PREMIO DE ORO A LA FIDELIDAD

Quiero rendiros un homenaje digno a todas/os mis seguidoras/os. Muchas gracias por vuestras visitas a mis BLOGS en el 2010… Os invito a llevaros este regalo para que lo colguéis en vuestros BLOGS… si así lo consideráis oportuno. Un abrazo si...eso. Pero además es un verdadero honor para mi entregárselo a quienes tan dignamente se lo han ganado, como son las personas que hacen de su modo de vida el RECICLAJERealinzando verdaderas obras de arte con el.

lunes, 27 de abril de 2009

A propósito de “Tortillas mentales”...Un día de baile en el “Toqui Edén”.

A propósito de “Tortillas mentales”
Un día de baile en el “Toqui Edén”.
Un día en mi juventud (ande andará) quedamos unos amigos y un servidor, en irnos el fin de semana a bailar, a un baile que había en Cuatro Caminos (Madrid), se llamaba el “Toqui Edén” extraño nombre para una sala de baile, pues luego una vez dentro descubrí que todo era una “pajolera” (lenguaje cheli de aquellos tiempos) mentira, pues ni era “toqui” ni tampoco “edén”.

Yo en un principio, cuando me lo dijeron mis amigos de ir a bailar a semejante sitio me hice un lió, la sala en cuestión estaba a la
espalda de un pequeño cerro próximo al Canal de Isabel II y casi en medio del campo, según me comentaron Joaquín y Antonio, pues al parecer ellos habían estado en el mismo alguna vez, Joaquín y Antonio eran vecinos míos de toda la vida, Joaquín me sacaba un año y al contrario que a Antonio, que era yo un año mayor que él.

Bueno, como os decía en un principio, el nombre del Salón de baile me genero dudas, no porque yo fuera cortito ¡no! (bueno tal vez también) si no, porque el mismo y en mis reflexiones de entonces, concebía “toqui” de toqueteo y “Edén” de que aquello podía ser la leche (osease que era un lugar donde te lo daban todo hecho, con solo entrar) (por cierto, un concepto bastante machista, pero los tiempos aquellos, eran lo que eran y no daban más de sí).

Por eso no dude ni un solo instante en decirles que sí, que contaran conmigo, por aquellos tiempos mis amigos tonteaban con el tabaco, digo tonteaban, pues no creo que supieran nada acerca de ese vicio que para más inri, realizaban a espaldas de sus familias, este no era mi caso, pues no me llamaba la atención el hecho de fumar y nunca me ha dado por ello al tiempo que me evitaba el tener que andarme con explicaciones y menos a mi abuela, que era con quien yo vivía, se llamaba “Felicidad” (quien se lo puso no savia lo que hacía), un nombre divino de la ”mu
erte”, ¡sí!... pero tenía mala leche para montar una fábrica de yogures.

Sin duda os preguntareis que tiene esto que ver con el hecho de pretender ir a bailar al dichoso “Toqui Edén” con el fumar, pues si tiene mucho que ver, por el hecho que a continuación os cuento, como os de decía, yo no fumaba, pero eso desgraciadamente estaba mal visto por mis Amigos y corría el riesgo de que me dejaran en tierra si yo no fumaba y que hice, le cogí de forma provisional a un tío mío, la pipa y el tabaco suyo, pues de esta forma yo convencería a mis amigos de que también fumaba y además pensaba que me aria más interesante ante las chicas.


Dicho y hecho llego el sábado por la tarde y nos dispusimos a ir al baile ya que prometía que nos lo pasaríamos chachi pirulí, cogimos el metro desde el Puente de Vallecas hasta Cuatro Caminos y una vez allí apatita nos dirigimos al Toqui Edén.

Una vez dentro mis amigos y yo encendimos nuestros cigarrillos, bueno yo encendí la pipa, que por cierto provoco una carcajada en mis amigos, ya que para ellos era la primera vez que me veían fumar y encima en pipa, me puse muy colorado de verdad, pues todo el mundo se me quedo mirando, cuando digo todo el mundo, para mi eran todas las chicas ya que el resto ni los veía de la vergüenza que yo sentía.

Una vez cargada la pipa con el tabaco de mi tío, aquello empezó a cambiar, no sé si por el olor a chocolate (chocolate del dulce no otro, mal pensados) o por la importancia que yo me daba chupando de aquello y echando humo al mismo tiempo que aspiraba, pero sin tragarlo,

Conseguimos una mesa que dominaba toda la pista y desde la que se divisaba a las posibles candidatas a bailar, la verdad sea dicha que bailar yo baile más bien poco, no sé si por el mareo que estaba sintiendo a causa del poco humo que tragaba, o por falta de arrojo a la hora de dirigirme a invitar a una chica a bailar, ¡pero que contra! ¡No! no era eso, es que yo estaba esperando a ser recompensado con lo que para mi decía el titulo del baile y ni aquello era el “edén” ni había “toqui” ni nada de nada.

Transcurridas unas dos horas empecé a darme cuenta
como en una mesa de enfrente donde estaban sentadas dos chicas morenas, había a su lado otra que se encontraba de pie y que me miraba muy de hito en hito, le di un codazo a Antonio para que se fijara y rápidamente me dijo, Jo tío as ligado, pues la morena vestida de negro y que se encuentra de pie junto a las otras dos, no te quita la vista de encima, ni que decir tiene que yo me puse como un pavo real y pegaba chupetones sin parar a la boquilla de la pipa, sacándola mas humo que una locomotora de las de entonces.

La tarde ya tenía para mi otro aliciente y me decía para mis adentros ¿a qué va a ser verdad lo del dichoso nombrecito? Según pasaba el tiempo la chica que seguía de pie junto a sus amigas, ya me miraba con mucha más intensidad y mi corazón palpitaba que parecía se fuese a salir de mi pecho, en esto estaba cuando veo que la chica en cuestión se viene hacia mí, cosa que aunque me gusto me hacía que me temblaran hasta las piernas.

Al poco ra
to ella se acerco definitivamente a donde yo me encontraba sentado, mi amigo Antonio no sabía lo que hacer y allí estaba un poco pasmado viendo esta escena, una vez frente a mí la chica me pregunto ¿tu bailas? A lo que yo tembloroso y galante la respondí, ¡Faltaría mas! Será para mí un placer y a continuación me levante dirigiéndome de inmediato hacia la pista de baile.

Mi cabeza era un volcán de pensamientos y todos ellos muy bonitos, que alegría se iba a hacer realidad el nombrecito, en esto estaba cuando llego al centro de la pista y me doy cuenta que con los nervios me havía puesto a caminar por delante de ella al darme cuenta pensé de inmediato, ¡Jo… que dirá de mi! ¡Que poco galante y caballeroso he sido! Entonces procedí a girarme para acercarla a mí con la mano y comenzar a bailar.

No podéis ni imaginaros lo que me paso por el cuerpo cuando me gire y me di cuenta que hacia la pista me había dirigido yo solo, un m
ontón de pensamientos pasaron raudos por mi cabeza y todos ellos eran de reproche hacia mi falta de delicadeza al no haber esperado que ella avanzara delante de mí.

No atinaba a pensar que hacer una parte de mi me decía, vete a casa José Luis, que por hoy ya has metido suficientemente la pata y otra me pedía dirigirme a la chica y pedirla disculpas, mire entonces para ver donde estaba ella y la localice sentada en mi mesa junto a Antonio que estaba mirándome como sonrojado, pensé… pobre Antonio le he dejado con todo el marrón de mi criticable actitud, no sabrá ni que decir.

Por fin me cargué de valor y decidí pedirla disculpas, así que me a cerque a ella y la dije perdón, te pido que me disculpes por mi actitud, la chica me miro como con cara de extrañeza y de no haberme visto nunca, y me pregunto ¿Por qué habría de disculparte? A lo que yo la respondí, por dirigirme a la pista de baile sin esperarte, y ella muy tranquila me contesto, no tengo nada por lo que disculparte, ya que yo te pregunte que si tu bailabas y me
dijiste que si, cosa que yo te agradecí, pues aparte de que yo no bailo, ya me dolían los pies un montón de tanto tiempo que llevaba sin sentarme, muchas gracias… Antonio entonces soltó una bestial carcajada y yo me di media vuelta con mas indignación que coraje y me marche a mi casa dando patadas a todo lo que me ponía por medio y acordándome del nombrecito de marras y de su pajolera madre (pobrecita que culpa tendría ella). En fin así es la vida de algunos y así os la he contado.

Bueno, que ya continuare más adelante con otra historia ya qué para nada esto termina aquí, faltaría más si…eso, un abrazo a todo ser humano de buena ley.

5 comentarios:

Alaluna dijo...

Madredelamorhermoso.....
Ay!! José Luis que cosas te pasaban..
jajajjajaja me rio no por lo que te dijo la chica que se la notó muy viva ella.. sino por el cabreo con el que te imagino volvistes para casa
pobrecito!!
desde luego ese día fue para ti como esos que te sueles decir mejor no me hubiera levantado hoy y no se como estaría tu amigo Antonio pero a ti no se te veía de mal ver
Saludos amigo

José Luis Hernández Zurdo dijo...

Muchas gracias AMIGA ALALUNA, por tu comentario en “mis tortillas mentales”, es un placer leerte por estos lares, los tuyos y los de todo aquel hijo de vecino de buena ley, que tiene la osadía y el atrevimiento de leerme, un abrazo si...eso AMIGA

Rosario Alvarez Salamanca dijo...

jOSÉ LUIS,eres un narrador fantastico en poco nos has trasladado al lugar y la situación. !Ah felicidades por no fumar¡ abrazos de sotillana49

José Luis Hernández Zurdo dijo...

Abrazos para ti y toda tu familia, gracias por compartir tu anécdota con migo,
cierto que erais mucho mas lanzadas que nosotros, o al menos que yo, que ya
has podido leer como me iba, en fin cosas del pasado y que a mí me divierte rememorar
Un Saludo si...eso "Distinguida Señorita" a quien deseo que guarde Dios por muchos años,
ya que es un lujo saber que existes.

Norma Gonzalez dijo...

Josè Luis, vaya momento tan embarazoso el que pasaste en esa ocaciòn, me he reìdo mucho pero en buena ley, no de burla sino de la situaciòn en que te viste. La chica bien podìa haberte pedido le cedieras el asiento, claro que al preguntarte si bailabas tu, que estabas ansioso de bailar y de lo que resultara de ello, confundiste la intenciòn de ella. Muy buena anècdota, muy bien relatada y en forma amena como todo lo que he leìdo tuyo. Un abrazo mexicano de Norma